Instantes de Luz… o la Dramática Etnográfica.
"Los Instantes de Luz" Grupo Teatral Tehuantepec,Oax. |
Todo parece incierto desde el principio…incluso el acceso a este espacio alternativo, una vieja casona en el Barrio de Tequis, donde una fila de más de 80 personas esperan pese a la restricción del cupo limitado… solo pudimos entrar 35 personas, quizá dos o tres más incluyendo a quien esto escribe, para desconsuelo y enojo de los que no tuvieron acceso a esta propuesta escénica de Marco Antonio Petris, quien se ha caracterizado en el uso del espacio escénico ex profeso para su dramaturgia…sus personajes que destilan llanto, luto y sobre todo una pasión que por momentos parecen desbordar entre el realismo puro y una concepción basada en la etnoescenología.
De entrada la anécdota plantea el recuerdo doloroso de una
madre ante la muerte de la única hija y el posterior suicidio del padre… el
dolor que se vuelve trágico hasta rozar peligrosamente los límites de la insana
locura nos indican la temática de la obra que parece decirnos claramente… Esto es el retrato
de un drama familiar, recargado en los resquicios de estos muros que resguardan
el dolor, la tragedia y vacío existencial producto no solo del remordimiento de
una madre por la pérdida de sus dos seres más queridos…sino tal vez el
dramaturgo intenta decirnos a través del juego escénico, rico en matices y desplazamientos
naturales, que la muerte no solo es un destino, sino el principio de un dolor insano y que no cesa a pesar del tiempo.
Marco Petriz, recrea de manera acertada el sentido
etnográfico de una historia que bien pudo ser muy real, tan real que la decantación
del texto obliga a los personajes a llevar al limite la interpretación… no se
escatima esfuerzo, ni en el dolor ni en la risa. Y es que este dolor que resuma
el buen trabajo de los protagonistas…refleja
un riguroso cuidado, no en la forma, sino en el conjunto de acciones que
desarrollan con soltura y buen ritmo el trabajo de actuación de Bibaani Betanzos, en el rol de “Luz Divina” la hija
muerta en trágicas circunstancias… “La Madre” es interpretada por Gabriela Martinez, quien encuentra en este personaje una justa
contención a su proyección escénica que le permite ir tejiendo y afianzando las
costuras de su personaje.
Por su parte, Antonio Lopeztorres, recrea acertadamente
a pesar de la marca que en ligeros
momentos se tornan evidentes, la muerte y vida etérea del “Padre” que deambula como un doliente
fantasma esperanzado en rozar sutilmente el cuerpo de la mujer amada.
"Los Instantes de Luz" ¡Buen teatro! |
Y posterior a esta escena un nuevo ciclo de
acciones y cuadros esquemáticos que si bien permiten esclarecer con soltura el
resto de la trágica historia, también nos remite a un exceso en el discurso
escénico, y es entonces que todo lo ganado anteriormente corre el riesgo de
perderse. El Buen trabajo en conjunto de iluminación, diseños y musicalización,
sin duda que refrenda el trabajo realizado por esta compañía “Grupo Teatral
Tehuantepec” que ya es parte importante de las Muestras Nacionales de Teatro.
¡Enhorabuena por el teatro y la dramaturgia Méxicana!
Antonio Trejo
Dramaturgo y Periodista Cultural
Independiente
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