En fin, desde el año pasado he sido convocado a participar en algunas mesas de análisis y reflexión en torno al desarrollo, la gestión cultural y el arte, desde el punto de vista de la Filosofía:
He tenido el privilegio de compartir diferentes puntos de vista con destacados alumnos y profesionales en la materia, impartida y coordinada por los Maestros Alex V. Jaimes y Luis Rodolfo Monreal Acosta, dentro de las actividades relacionadas con la Licenciatura en Filosofía, que se imparte en la UCEM, una Universidad Privada en la Capital de San Luis Potosí.
En este contexto, me permito compartir y dejar a su consideración una serie de textos por escrito que plantean mi particular punto de vista, esperando por supuesto y de antemano sus comentarios o críticas al respecto... sin más entremos en materia:
Causas, pretensiones y alcances "del escribir"
El ejercicio de la palabra escrita, presupone desde mi punto de vista una contradicción constante
de quien ejerce el oficio de escritor.
Requiere por supuesto de muchas
causas y de ninguna; Si bien es cierto que atendemos el hecho de escribir y
muchas de las veces nos asumimos como escritores incipientes o con el
transcurrir del tiempo en reconocidos y connotados, rara vez dilucidamos en los
porqués y las causas que origina estos estados sin razón que atañen
invariablemente el espíritu libre, creativo y libertario del ser humano.
Debo suponer que cada cual
atenderá sus propias capacidades o limitaciones a la hora de ejercer la
intervención del océano blanco de la hoja de papel…las maneras y las formas de
igual modo corresponden a las circunstancias particulares de cada cual.
Mas sin embargo percibo a través
de estos años, de práctica y ensayo en
el ejercicio de la palabra escrita, que no siempre el resultado
determina el producto. Y es de este modo que cada escritor va delimitando y
formando su propia realidad y la expresión compartida de su visión personal del
mundo.
¿Pero entonces porque escribimos?
Tal vez porque solo de esta forma
entendemos mejor nuestro propio entorno… o porque tal vez desde el interior de
nuestra mente/imaginación argumentamos y
pretendemos fundamentar una tesis de vida
transformándola en realidad… triste realidad que por suerte o circunstancia se puede
tornar conspicua y reveladora:
Escribir entonces torna la necesidad intrínseca e inherente de nuestra particular concepción
de este mundo que discurrimos y transitamos en un viaje maravilloso o trágico… Y entonces
el lenguaje escrito deriva en un viaje imaginario convertido en letras, frases
en conjunción que dan forma a una narrativa, una poética personal y particular
o una dramaturgia, una crónica , reportaje o ensayo, que permita dilucidar y
compartir con los posibles receptores del suceso hecho palabra.
De forma simple y hasta
peyorativa pudiera añadir que escribimos para comunicar, lo que en el habla no
nos es suficiente, no todos somos oradores aclamados o afamados… y el escribir
por supuesto permite explayar sobre un tema en particular.
Los estados de ánimo, las
distintas percepciones de la realidad y sus consecuencias son otra fuente
inacabada e inagotable de los causales al escribir… y al hacerlo, no solo
manifestamos una identidad o forma de pensar, sino también mostramos que
estamos hechos, es decir, cual es el motor que impulsa el acto consiente de
escribir.
Y llegado a este punto me permito
citar a Nietzsche: “De todo lo que está escrito, solo me gusta lo que se escribe con la
propia sangre. Escribe con sangre y aprenderás que la sangre es espíritu”
“El gran estilo nace cuando lo
bello, vence a lo enorme”
Anton Chejov decía: “Un
consejo, trata de ser original y en lo posible inteligente; pero no temas
parecer estúpido, la libertad de pensar es necesaria, pero solo el que no teme
escribir tonterías es libre… No seas relamido, no pulas, se torpe y audaz. La
concisión es hermana del talento”
Sobre las Pretensiones:
Entiendo que cada autor es un
mundo…cada mundo soñado o imaginado puede ser posible; Bajo esta premisa, la
"pretensión" es un acto reflejo y condicionado por el medio en que se desarrolle
la palabra escrita.
Buscamos la verdad donde solo
oscila la realidad… a veces tan subjetiva y a veces tan difícil de asimilar
dada las limitaciones en ambos casos.
Realidad entonces, se trastoca en
un simple anhelo de trascendencia literaria, dejar constancia y huella de un
transitar en este mundo… alguien decía que "el autor escribe para la
posteridad…" Pudiera ser cierto; pero yo en este momento, ¡Solo escribo para el
presente! El mundo irracional y violento que me toca vivir y asumir desde una
posición incómoda, no solo por la particular forma de pensarlo y entenderlo, sino por la simpleza objetiva de vivir el día
a día con apenas lo necesario…
La pretensión del escritor, en mi
caso particular es tratar de acceder a otros planos de lo no imaginado o lo no
creado… Es decir, una Etéreo-utopía aprendida en el camino. Desandar lo aprendido
en horas nalga frente al ordenador o inclusive en algunos casos frente a un
instructor, para no convertirme en un reflejo de lo ensayado o aprendido.
La pretensión que promuevo sin
que esto sea una verdad o sentido absolutista, va encaminada a la re-invención
de la palabra escrita por medio del lenguaje, en mi caso particular la
dramaturgia y la narrativa. Dejar de
lado la tarea hegemónica de los talleres que repiten formulas ensayadas y
repetitivas. Creo en la dislocación de elementos formales y no formales y la subjetivación de la palabra escrita como una
herramienta de exploración de otras realidades, otras formas de vida que
existen allá afuera y que no vemos a simple vista.
Y esto para mi significa la
libertad….la liberación de formas y discursos hegemónicos, escribir no solo por
placer sino por necesidad de transformar... Y de manera arrogante diría, re
inventar otros mundos u otras realidades.
Los alcances:
El empoderamiento de una técnica
o de un procedimiento al escribir, es
desde mi punto de vista, un
posicionamiento existencial:
Nos encontramos en el aquí y
ahora compartiendo puntos de vista distintos, encontrados o re-inventados, y no
sabemos mucho del alcance que esto pudiera tener más allá del circulo de los
ahora aquí presentes….
En ese sentido los alcances no me son motivo de preocupación, sino más bien de interacción en el momento en que apruebo y me repruebo al compartir este insano temor inherente a no ser claro en lo necesario de este posicionamiento o propuesta.
En ese sentido los alcances no me son motivo de preocupación, sino más bien de interacción en el momento en que apruebo y me repruebo al compartir este insano temor inherente a no ser claro en lo necesario de este posicionamiento o propuesta.
Aun con todo, siempre pienso que
de una forma u otra el escribir es una catarsis liberadora, que permite asegurar
cuando bien te va, un lugar en el
imaginario colectivo.
Antonio Trejo
Dramaturgo y periodista cultural independiente.
San Luis Potosí .SL.P. a 21 de
Febrero de 2017.