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lunes, 2 de julio de 2012

Dónde quedó el tiempo....!


¿Dónde quedó lo que hicimos mal…dónde el tiempo, las verdades?


Domingo 2 de julio

La noche casi termina… recorro los últimos kilómetros camino a casa por la Salvador Nava Martínez, todo en calma, tal parece que mi auto y yo somos los únicos viajeros en ese espacio de tiempo, el justo que atrapa a la soledad y se diluye como el humo de mi cigarrillo escapando por la ventana: El retrovisor me indica un sendero de luces que se alejan en la distancia... pienso en lo acontecido en las horas previas, cuando aún el optimismo y la anhelante esperanza de cambio aun vivía en mi… en ti… en cientos, miles, millones de mexicanos; ¡Nada hay más de eso!

¿Cómo habré de afrontar el día que ya se inicia en esta húmeda madrugada?  ¿Cómo deberé intentar reinventarme para no ser parte de la estadística fría… un número más en la encuesta que privilegía el desencanto en los adversarios?  ¿Cómo asumir que el interés, la necesidad o la ignorancia de cientos de miles de con-ciudadanos, vecinos y hasta familiares, han vencido a la justicia y la  razón?

“Los medios” de siempre y el presidente saliente de este país,  anunciaron hace unas horas y  sin la certeza de un porcentaje mayoritario en los resultados del voto en las casillas y distritos electorales,  al vencedor de esta contienda política… El candidato elegido desde las esferas del poder, y los acuerdos en “Atraco-mulco”; Él, sonríe nervioso, ¡La lectura de un texto,  redactado por alguien más no se le da…menos la improvisación!

Su breve discurso de frases huecas y acartonadas, que nos remiten al pasado, permiten dilucidar una retórica amañada, fiel  a los cánones que el sistema necesita escuchar para convalidar la imposición y el regreso al poder, del viejo régimen autoritario, que para desgracia de toda una nación, la “Telecrasia” ha impuesto de manera contundente.

No hay espacio para el error, este resultado electoral se gestó durante más de 12 años, en que el viejo PRI y sus aliados en las oligarquías económicas y de medios de comunicación estuvieron fraguando…a fuego lento para que diera el mejor resultado. Testimoniales y pruebas abundan en las redes sociales, que por ahora han jugado un papel importante, más no el que todos quisieran y  quienes pensábamos que por pretender estar mejor informados…olvidamos la parte de la “praxis”, esa que te lleva a concientizar de viva voz en casas, colonias y barrios a la masa silente…

 Muchos olvidamos las consignas y las cambiamos por cientos de miles de "likes" y de  post’s en los muros de facbook , cientos de miles de tweets en la red. Pensamos que la acción de “compartir” era más que suficiente para crear conciencia… algunos debatimos ampliamente desde la comodidad de nuestra lap… algunos mas dejamos de hablarnos por un mal comentario en la red virtual del “conocimiento”.

Quizás en tanto,  el pastel se horneaba, se sazonaba con algunos ingredientes de  represión, feminicidios, corrupción e impunidad para algunos de sus allegados… todo para ir templando el carácter del candidato  y sopesar los alcances de la indignación ciudadana… finalmente la Telecracia, estaba completamente de su lado.

Llego a casa… la sensación de vacío en las calles de mi colonia, sinónimo del hueco en el pulso de mi corazón que despierta de un instante de sueño en que veía un panorama mucho más alentador, no solo para quien esto escribe… sí no para todos quienes arriesgamos por un cambio… un verdadero cambio en las estructuras de gobierno, un cambio que ahora se antoja lejano y que lejos está de la mano de quienes comprometemos las letras, el arte, la palabra y la acción.

Inserto desalentado la llave en la cerradura y  escucho el pasador de la puerta descorrerse para franquearme el paso… me pregunto qué sentirá nuestro candidato al llevar sobre la espalda, la frustración inmediata de millones de mexicanos,  el peso de esta dolorosa derrota, injusta, mediática y paralizante;  Imagino, no un dialogo, sí no un silencio, donde la palabra por más benévola u optimista que sea,  no tiene sentido ante la necedad impuesta desde la conjunción de intereses de los poderes facticos y económicos, la locura ridícula y  senil de un ex presidente que traicionó a quienes lo llevaron alguna vez a ocupar la mansión de “Los Pinos”, la amalgama tricolor que se incrusta en una buena parte del territorio Nacional.

Después de unos breves minutos, el ordenador despierta de su hibernación en domingo… en la pantalla las cifras son cada vez más desalentadoras… más de 100 notificaciones de actividad… ¡no tengo ganas de ver siquiera alguna! Mi cama aguarda tendida mientras apuro el penúltimo sorbo de café,  fumo un cigarrillo con la luz apagada, el tenue resplandor de algunos rayitos de sol se cuelan por la ventana… tal vez sea tiempo de hacer que esta sensación no se trasmine debilitando nuestras estructuras, ¡No queda mucho tiempo!

En rápida sucesión ocurren ante mis ojos, imágenes del entusiasmo juvenil y carácter de los #132, los gritos de angustia de algunos militantes de “Morena” siendo atacados por golpeadores priistas, imágenes de la entrega de sobres a funcionarios de casillas, por personas con logotipos del PRI, apenas hoy/ayer por la tarde,  recuerdo la mirada burlona y retadora de uno a quien puede tomarle la foto de frente…recuerdo mi pulgar manchado y las filas para el café gratis en los oxxos, recuerdo la templanza de Andrés Manuel López Obrador, al momento de pronunciar el mensaje qué todos esperábamos y que a más de uno sorprendió porque tal vez desean una incitación a las armas…  ¡Para la violencia siempre hay pretextos, no así para la Paz,! Por esa razón, celebro la vocación pacifista de quien abandera la lucha social de la dividida izquierda Mexicana y quizá también por esa pinche razón…hoy el sistema nos cobre la factura.

Soy o pretendo ser un artista social, no de entretenimiento, La LEALTAD, a un principio, convicción o ideología política y  libre pensamiento,  tiene sin duda un riesgo, un costo político social y en mi caso artístico… ¡Sin embargo pese a todo, asumo la responsabilidad y la consecuencia!

Dormiré un par de horas… más tarde habré de seguir en la batalla diaria del sobrevivir con apenas lo necesario para mantener el rol familiar… sé que algún día cuando mi hijo cuestione el porqué de las cosas, podré mirarlo a los ojos y decirle…   
Tal vez he luchado, he ganado,  he fracasado, he tenido que sonreír sin querer ante la hipocresía y la banalidad… pero sabes, nunca he traicionado a nadie ni al principio rector que me permite vivir, Ser uno mismo,  con su poca o mucha capacidad creativa y poder brindarla sin menoscabo a los demás.

Antonio Trejo
Dramaturgo y Periodista Cultural Independiente

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