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martes, 17 de febrero de 2015

A propósito del arte y sus propósitos u objetivos en la sociedad actual... O bien la paráfrasis de saber por dónde masca la iguana.

San Luis Potosí, S.L.P  México  a 16 de Febrero de 2015

A razón de algunos  epítetos y manifestaciones de diarrea “verborreica” que he notado o leído en alusión a la  postura en torno al arte y su función social, pienso que no se  construye solo en la crítica, sino en la propuesta... la sensibilidad es una cualidad inherente a la condición humana, el mal uso o goce que hagan las estructuras del poder o las hegemonías no es culpa del arte o sus circunstancias. Quienes aprendimos hacer del arte una militancia, entendemos que no es fácil derrocar o trastocar las viejas estructuras de pensamiento hedonista de los creadores o el público consumidor en masa del marketing artístico, es también una industria y todo un laberinto que a veces hay que recorrer para encontrar una salida digna al "sentir" o expresar emotiva y motivacionalmente...

Entiendo que hay grupos e individuos que solo buscan el lucimiento personal o la aceptación y su reducido mundo se circunscribe a eso simplemente... de eso maman, defecan y hedonísticamente se vanaglorian en las apuestas del pensamiento egocéntrico... de la  (post-modernidad dirían otros).  Rebaños y pastores siempre han existido... incluso a riesgo de estar equivocado en las corrientes filosóficas... a veces basta una sola idea "revolucionaria" para que algunos  nihilistas, cientos de hedonistas, y algunos cientos de miles creadores artísticos prefieran la suave comodidad del estado,  que les genera sus delimitadas zonas de confort mientras estén a su favor…

 La naturaleza humana muchas veces impredecible, sostiene una amplia posibilidad de acomodo a quienes al igual que otros cientos de miles, deciden hacer del trabajo su forma de vida… el artista o creador,  al igual que miles de trabajadores asalariados, también se enquista en la super-estructura megalomaniaca capitalista y neoliberal sin muchas posibilidades de zafarse a riesgo de perder las medianas, magnificas o precarias condiciones en que subsisten algunos… Ahí el arte pierde sentido liberador y se trastoca en simple producto de consumo y de subsistencia.

Pero… ¿ A dónde ocurre el artista que busca bienestar, estabilidad y seguridad económica?¿A dónde ocurre el artista que al paso del tiempo se convierte en padre o sostén de una familia?  Sino es en primer lugar, a las Instancias gubernamentales que ofrecen como graciosa concesión las migajas de los presupuestos destinados a alimentar el obeso aparato burocrático y cultural.  

Es un juego perverso donde las apariencias no son exactamente apariencias, sino realidades que muerden y desgarran la realidad de los pinceles, y los lienzos,  ensombrecen  la hoja en blanco… derriban las escenografías o las cambian por pasarelas de modas… se  trastocan las sublimes notas en ritmos comerciales… vendibles, consumibles,  todo sea por estar  en los “In” del cannon  académico, la aceptación de los  patrones  en la curaduría mercantilista.

A pesar de todo… Aún existen reductos invaluables e inalienables, pero son los menos…  los que no compiten para agenciarse tal o cual proyecto… quienes disfrutan el proceso no solo el resultado, quienes cuestionan aportando alternativas no mediadoras,  porque en el arte no hay términos medios… allí en este  desolado desierto, lejos de las pasarelas de las vanidades  germinan las semillas del militante artístico,  el loco soñador que sabe que tiene el tiempo medido, pero no contado y  le vale madres… Es en este entorno mítico, anacrónico y sin la razón dictatorial de la propia conciencia… donde instalan  su tálamo para regocijarse en el sueño los que se atreven a perseguirlo pese a todo.

Ambos estados artísticos subsisten… se nutren de las críticas feroces y devastadoras a sus “egos” a su forma anodina de vida o desasociada de la realidad. Algunas o muchas de las veces confluyen en los eventos para mirarse de reojo o directamente  pensando en lo diametralmente opuesto de sus racionalidades, sin embargo no dejan de extrañarse incluso de añorarse en el lugar del otro.
Es en ese entonces… que ese extraño reflejo de lo fue o pudo haber sido cobra un sentido y el regreso a sus refugios cómodos o inciertos adquiere un temporalidad efímera.  

Y… ¿Entonces, tiene un sentido el arte como eje potencializado en la lucha de clase? 

Me parece que no, en tanto no sea el propio creador o artista quien re-descubra en su realidad social, la miseria asesina, y la complicidad supina de quienes detentan las tomas de decisión en materia de política y desarrollo cultural. No serán los artistas quienes puedan salvar el mundo, pero si pueden ser unos cuantos con un poco de conciencia de clase, no mediada por los intereses del “Estado” quienes debieran impulsar un cambio transformador en la sociedad, esa de la cual se nutren ambas posturas radicales… tanto los “privilegiados” como los sin techo ni paraíso subvencionado por las dependencias gubernamentales.
Intelectuales Orgánicos

Llegará el día en que ambos entenderán que la lucha no es entre iguales  aunque dispares en circunstancia… la lucha por el control y empoderamiento de los medios de producción artística y creativa debiera ser una sola; y  no la de ciertos “grupus-CULOS”  hedonistas, productores y auto-consumidores de sus propios "détritus" artísticos… reducidos círculos de influencia carroñera que se pelean entre sí por mantener hegemonías centralistas, amparadas en argumentaciones académicas y disertaciones elocuentes disfrazadas de intelecto y frases  aprendidas del copy/paste  e incluso en el mejor de los casos bajo las disimuladas sospechas de los doctorados nacionales y extranjeros…  oligarcas culturales que siempre estarán a las órdenes de quien  les ordena lamer las botas.


Es tiempo de definiciones… ¿Usted amigo artista y creador… de qué lado está?


Antonio Trejo
Dramaturgo y Periodista Cultural












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