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jueves, 17 de diciembre de 2009

Vieyra Vs Viqueira

Bloque Humano:

Es el título del espectáculo escénico, producto del taller que imparte el maestro Marco Vieyra en el Centro de las Artes de San Luis Potosí. Hoy es miércoles 16 de diciembre, un frío intenso se ha dejado sentir en toda la ciudad acompañado de una lluvia por momentos intermitente, y esto como todos los que vivimos en esta capital, sabemos siempre trae un caos que desquicia a miles de sus habitantes.

Comienzo esta reseña con este tema que me pare “ad hoc” en relación con lo sucedido en las últimas horas de este día en el centro de las artes.

Primero los nervios y angustia por la tardanza inesperada de uno de los actores que intervendría en el ejercicio escénico de Vieyra, segundo porque a pocos metros de donde nos encontramos sucede una escena real y muy intensa protagonizada por una mujer que por sus gritos y furia, reclama a otra chica el haberse metido con su marido. La escena en verdad resalta y rompe la monotonía de la espera… minutos después llega apurado el actor que faltaba y la función está a punto de comenzar.

Se nos indica que podemos acceder a la galería, donde se desarrollará, esperemos de nuevo, la magia del teatro. De entrada una luz rasante al frente de las escaleras de acceso, nos indica la dirección por donde debemos acceder a este espacio escénico alternativo en donde se desarrollará la acción dramática. Subimos las escaleras y un desnudo frontal de una de las actrices nos da en plena cara, sin embargo el texto o las frases que ella está narrando se pierden entre el ruido que provoca los zapatos y tacones de las damas al subir las escaleras, la música en vivo, también cumple su cometido y ambienta este “happening” que parece darnos la bienvenida a este submundo donde la vivencia y la propuesta de la “no actuación” parecen ser la consigna de los demás actores que acotan el proceso en que el público asistente se acomoda en sus asientos.

¿Y será verdad…será posible este termino de “la no actuación”? De inicio tengo mis dudas, considerando que cualquier interprete actor, músico o bailarín que se expone frente aún espectador o un público, para darle forma y sentido a una ficción escénica, una partitura o una coreografía, ya está por así decirlo… ¡Actuando!

Entonces quizás debemos entender el término de la “no actuación” como una propuesta en que se busca o pretende que el actor o intérprete, desarrolle una “actuación” desafectada de cualquier signo que pueda evidenciar el trabajo del actor. Entonces, ¿Que se pretende en este caso? ¿Manipular al intérprete o ejecutante de tal modo que su trabajo escénico sea parte de una visión personal del director…? ¿Intentar que sean los actores quienes por medio de sus vivencias proyecten una visión personal sobre un tema específico planteado desde la perspectiva de la dirección? Ó en el mejor de los casos... ¿Darle forma y sentido a una ficción escénica con una variante en el uso y modificación del espacio escénico…? Con estas dudas vagando en mi cabeza, me esfuerzo por concentrarme en lo que sucede. En ese “aquí y ahora” planteado por el accionar de los actores. Los textos, algunos muy recitados, otros con rasgos de afectación emotiva y otros los más afortunados dichos en un tono que parece invitarnos a la reflexión, me parece rompen el ritmo de las secuencias físicas que resultan ser lo más atractivo del ejercicio planteado.

Hay sin duda una "organizadad" y estructuración de los elementos que conforman la propuesta, también resulta afortunado el uso del espacio escénico y corrobora lo dicho por Brook…”El espacio escénico lo crea el actor” Otro acierto es el uso de la multimedia, en este caso la proyección de imágenes digitalizadas en la pared de que hace las veces de ciclorama o fondo.

Sin embargo apuntalaré mi comentario sobre lo visto esta noche con una pequeña frase…” el camino al cielo está lleno de buenas intenciones…pero lo que te lleva a alcanzar la gloria son las acciones que logras concretar” En este caso, me parece que la intención es muy buena, aunque se notan baches en el ritmo, algunas trazos son muy lineales, y otras escenas parecen no tener mucho sentido entre el decir y hacer…. Esos detalles me parece crean la sensación de que algo falta, y dejó a la treintena de espectadores con la sensación de no saber si ya había terminado.

Por otra parte, se nos ha invitado a calificar o comentar el resultado de ambas propuestas, ya sea como simples espectadores o como gente de teatro…y debo decir que desde mi punto de vista, ambas propuestas cumplen un objetivo común, que sería en este caso ofrecer una alternativa dinámica e interactiva y sobre todo muy cercana con lo que se denomina ahora teatro de esquemas o teatro alternativo en espacios no convencionales…el termino teatro de vanguardia o “Avant Gard” ya quedo rebasado. Y en este sentido ambas propuestas cumplen sus objetivos, de mostrar un contrasentido en la forma de abordar un texto o una propuesta artística a partir de la interacción directa entre actores y directores. Ambas propuestas diametralmente opuestas, aunque delimitadas por la circunstancias, en el caso de Vieyra, no todos sus alumnos son actores o actrices de experiencia, lo que supongo implica un desconcierto en la comprensión de términos y contenidos, y me atrevería a suponer que esto se refleja en su resultado final. Y en el caso de Viqueira, la circunstancia le es más favorable porque su elenco esta mejor balanceado. Pero esto no desmerita ni hace menos su trabajo. Y no obstante lo anterior, esto no debe significar justificación de modo alguno, pero si permite no emitir juicios a priori. En resumen, creo que muchos saldrán satisfechos, otros quizás deberían pensarlo seriamente antes de seguir en esta difícil profesión que es el teatro… ¿Y el arte...? Bueno, ese es punto para otro tema.

ANTONIO TREJO (Markosblues) ®

Escritor y periodista independiente.


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martes, 15 de diciembre de 2009

Diplomado en Actuacion Integral CEARTSLP.

Richard Viqueira…vs Marco Vieyra:

El arte es una manifestación inherente al ser humano y la naturaleza, por esta razón pienso que el revalorar estas capacidades transformadoras que tiene una persona, sin importar su condición de género, significa también asumir un compromiso irrenunciable y congruente con la propia experiencia de vida. Ayer martes 15 de diciembre, pasaditas de las 8:30 de la noche, tuve la suerte, de asistir como invitado a la primicia del ensayo o propuesta escénica que presenta el maestro Richard Viqueira, en el marco del diplomado de actuación integral que actualmente se imparte en el Centro de las Artes de San Luis Potosí. Y en verdad que disfrute de una grata sensación de al adentrarme a un mundo que hasta hace un par de meses sentía ya lejano.

“El sueño, en el elevador” desconozco si este es título de la propuesta escénica que nos fue mostrada en exclusiva a solo tres invitados (esto solo por cuestiones del espacio en que se desarrolla la acción escénica) y resulta en verdad halagador ser parte de este mar de sensaciones que parece ahogarnos y sumergirnos en un abismo caótico y sin retorno. La propuesta sin dejar de ser parecida al teatro “undergraound” o de vanguardia de los años 70’s , nos muestra sin embargo algo que no se hacía evidente en San Luis…desde hace tiempo. El arriesgue y entrega sin medida, aunque con ligera mesura más por las condiciones del espacio en qué se desarrolla la acción que por la propia seguridad de los actores… riesgos y enfoques calculados de un pequeño grupo de actores y actrices que apuestan un todo, no con el fin de agradar o ser reconocidos, sí no más bien, percibo un fuerte compromiso por dejar de ser uno más del montón y atreverse a coronar un esfuerzo de dos semanas de rigor, y también mucho sacrificio…porque créanlo o no…el estar en este tipo de escenas, o propuesta artística, no es fácil, y mucho menos para cualquiera que no esté convencido de lo que hace.

Y es en este sentido que el teatro que ofrece Viqueira, rompe esquemas, destruye sus lanzas y sus naves y se ofrece integro, provocador y sobre todo con una visión acertada del que sabe su oficio. Su propuesta mueve y conmueve las fibras y resortes sensibles del espectador…los desnudos que en otras ocasiones han sido regodeo o capricho de algunos directores locales…aquí encuentran un marco que no trata de justificarlos…pero tampoco están fuera de tono o de lugar. Se agradece por supuesto la belleza de los cuerpos de las actrices y la estética en los cuerpos de los actores… bien se nota la mano del director que sabe sacar partido de esta afortunada coincidencia. El tema o la anécdota en este caso parece deliberadamente circunstancial, sin embargo la economía de textos y diálogos, (muy bien escogidos por cierto) nos narra metafóricamente el hundimiento de una nave…una nave que al final termina siendo parte de nuestra propia vivencia…

Por lo demás, es un ejercicio escénico, que dura aproximadamente 25 minutos y la acción sucede en el cubo de un elevador que se transforma en barco, ataúd o lo que usted imagine, pero igual le aseguro qué esos 25 minutos de acción escénica constante, nos parecen muy cortos sí atendemos que en el transcurso del tiempo, nuestra propia mente y nuestra piel, nos invita a quedarnos y ser devorados por nuestro propio sueño o pesadilla… Y no es solo por los desnudos, sí no por las sensaciones que se apoderan de nuestros sentidos y nos invitan a ser participes del ritual escénico. Bien por Richard Viqueira, mejor por sus alumnos que se han arriesgado, y mejor aún porque el teatro y el arte mismo tienen tantos caminos…como senderos a Roma. Mañana veré la propuesta del maestro Marco Vieyra… ya veremos de qué cuero salen más correas…¡Hagan sus apuestas!

Markosblues: ®


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