
Una anecdota que recuerdo que siempre me gusta compartir con alumnos y oyentes, es que trabajando allí en el C.C.O. conocí al maestro Alfonso de Alba...conocido en el ambiente teatral de San Luis, como Poncho Calva...Pues bien, en un principio Alfonso a la par de Rogelio, coordinaban la dirección de teatro de este centro, y resulto que entre Rogelio y Alberto Enriquez, tenían puesta una obra que se llama "Hablame cómo la lluvia" o algo así, checaré el dato y con este trabajo daban funciones aquí o allá de manera informal...el trabajo era bueno desde mi punto de vista de principiante...un pequeño drama que mostraba la desnudez de las pasiones humanas y la intolerancia entre un ciego y un sordo, encerrados en una celda...
Alfonzo de Alba por su parte...quiso dirigir a los jóvenes que ahí habíamos llegado, y los intentos quedaron en la sola lectura y ensayo de algunas breves escenas de la obra "La Requiza" 2a versión, ...bueno así decía mi libreto...teatro con un alto contenido social, denuncia y otros tópicos...recuerdo muy en especial que alguna vez el Maestro Retes, nos decía que el teatro y el escenario eran sitios privilegiados...casi sagrados y que para estar allí arriba debía uno tener el más amplio y profundo respeto, y que jamás debía uno de subir en estado inconveniente...es decir "pedo" "briago" o intoxicado....porque era algo que por desgracia se daba mucho en los actores y actrices, sobre todo la gente que hacía del arte del teatro un negocio y no un modo de vida digno... Resulto que esta misma advertencia, nos la hizo saber Poncho de Alba...al tiempo que ensayaba con Raul Rico y Yolanda Legazpi la puesta en escena de "El Oso" de Chejov....una obra corta que ellos como actores y actrices ya formados, nos mostraban a los aprendices de aquel entonces.
Se dió el caso que alguien organizó un festival de teatro en el el auditorio de la Secc 52 del SNTE. allá por Tomasa Esteves, y las obras que representarían al C.C.O. serían obviamente esas...."Hablame..." y "El Oso" con las actuaciones de Rogelio Hernadez en el papel de Clipps y Alfonso en el papel de Pips...ambos personajes de tan controvertida puesta en escena... los alumnos nuevos fuimos citados para apoyar en lo que fuera necesario...es decir la tramoya, las luces, los mandados inclusive...llegó la hora de la función...la primera llamada....y Alfonso no llegaba, la segunda y ni sus luces...y la bronca es que no se podía empezar tampoco la otra obra porque también participaba en ella... alguien dijo, no se preocupen sí va a llegar...sea cómo sea pero llegará.... Y en efecto la tercer llamada ya se había atrasado ante el enojo de los compañeros y los organizadores que amenazaban con suspender, cuando aparece el maestro Alfonso en el umbral del pasillo de entrada a camerinos....mas borracho que una "cuba", antes de llegar tropezó con los escalones...los más jóvenes estabamos impactados... yo vi derrumbarse unos de mis ideales y mitos con respecto a esta sagrada profesión... entendí que no era el arte, sí no las personas, quienes a veces degradamos la profesión.
Después de las broncas entre el elenco principal y las mentadas...yo decidí no seguir en ese taller...y encaminé mis rumbos hacía otros pasos.... (continuara)