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martes, 31 de agosto de 2010

¡Pateando Lunas...buen teatro para niños!

PATEANDO LUNAS... ¿Quien dice que las niñas no juegan fútbol?

Es domingo 29 de Agosto, la mañana se levanta con este ligero calorcillo que aun se siente producto del verano que aún no termina.  Para mi fortuna no amanecí desvelado ni con efectos de la “resaca” de los últimos fines de semana. Mi ánimo y el tiempo son ideales para asistir a la función teatral de matiné que la Asociación Teatral “La Carrilla” A.C. realiza en su ahora legendario foro, con motivo del 19 aniversario de la fundación del grupo.
Después de un ligero desayuno, enfilo el “Verde” mi fiel y “llantifero” amigo, con rumbo al espacio teatral en donde se presenta la obra “Pateando Lunas” una historia de Roy Berokay, y la dirección y adaptación  de Martha Aguilar, una de las pocas Directoras de teatro en San Luis que con el paso del tiempo y sobre todo el trabajo acumulado, ha sabido aprovechar la experiencia para ofrecer  ahora una propuesta interesante y de buena manufactura en el quehacer teatral para niños y adultos.
El foro  de “La Carrilla” ha sufrido algunas transformaciones, para fortuna de los espectadores, ahora hay un agradable clima o aire acondicionado que permite disfrutar el trabajo de jóvenes actores y algunos otros con más experiencia. Las sillas también resultan cómodas y ya una vez instalados nos disponemos a disfrutar del montaje.

Pateando Lunas…es una propuesta dramática que textualmente podríamos interpretar como teatro para niños, sobre todo por el contenido didáctico y la premisa de autor…es decir la anécdota sencilla nos cuenta las dificultades de una niña para integrarse a un equipo de fut-bol  conformado por su amigos en la cuadra o la colonia donde habita, situación que no queda muy clara pero que se diluye porque el conflicto principal son los prejuicios tanto del papá un tanto chapado a la antigua  quien le prohíbe jugar al fut-bol por el hecho de ser niña. Aunado a esta situación, “Mayte” nombre de la protagonista también es víctima de las burlas y el rechazo de los niños, sobre todo de Esteban, el gordito malora de la palomilla, quien secretamente está enamorado de la niña y a toda costa pretende evitar que ella juegue al fut-bol, donde él mismo, se considera el mejor, intimidando a los demás chiquillos, gracias a su fuerza física.
Con todo y esto, “Mayte” a sus nueve años,  logra salir adelante y con la ayuda de la madre (bailarina de ballet retirada) quien en un principio se opone a la que la niña practique juegos rudos, solo para niños.  Termina por  acceder y juntas logran convencer al testarudo padre de la niña.
El drama termina cuando Mayte logra anotar los dos goles de la apuesta en contra de Esteban, y de paso zafarse  de ser la novia a fuerzas de este niño.
En lo que respecta al trabajo escénico podríamos decir que la obra cumple el requisito de entretener y sobrellevar con buen ritmo la acción, inclusive desde la metáfora visual del principio y los juegos de interacción de los actores y actrices. Así mismo el manejo de la luz de Oscar Sanchez,  es bueno, salvo por algunos mínimos  detalles de sincronía al cambio de escenas y situación. Los actores y actrices aunque se desenvuelven con soltura y espontaneidad en algunos de los casos, también es cierto que de pronto al manipular los muñecos que representan a los personajes  demuestran cierta rigidez y por momentos la magia de ver un títere desplazarse por todo el escenario de pierde quizá debido a la falta de práctica de los manipuladores o también quizá a que los muñecos no ofrecen muchas posibilidades…. aunque esto pasa desapercibido para la mayoría, porque el texto en verdad funciona y mantiene la expectativa durante todo el tiempo.
Ya al final,  en plática con Martha Aguilar, directora del montaje, nos comentaba que deliberadamente se había optado por mantener a los actores/manipuladores a la vista del espectador, porque el montaje en su  característica de andar en escuelas y espacios al aire libre no permite el uso de la cámara negra que permitiría ocultar a los actores dejando ver solo los muñecos.
El fin justifica los medios en este caso y solo para concluir esta breve reseña diremos que bien vale la pena llevar  a los pequeños y disfrutar junto con ellos,  de las aventuras de “Mayte” y su deseo de seguir “Pateando Lunas…” Buen  trabajo y mejor teatro el que desarrolla “La Carrilla”, muy recomendable sobre todo para los pequeños que de paso aprenderán a no dejarse llevar por los prejuicios y las ideas machistas de antaño. El juego es un aliado indiscutible en la formación social de los niños y esta obra así lo demuestra.
Sí aun no tiene la oportunidad de ver este nuevo trabajo de “La Carrilla”, me permito recomendarlo ampliamente, ya que el próximo domingo, cierran esta temporada de aniversario, y la obra pasará a gira por algunos otros espacios, escuelas y Municipios del Estado.
El foro de “La Carrilla” está ubicado en Avenida Himno Nacional # 4000, esq. Coronel Romero, justo en la esquina de la Unidad Deportiva López Mateos.  La función de matiné da inicio a las 11:00 de la mañana  ¿El costo?   ¡$30.00 pesos solamente!  Y vamos,  es una cantidad simbólica. Muchas de las veces los papás terminan por pagar 5 veces más por un boleto para ver obras de corte infantil que resultan un verdadero fiasco…solo porque se presenten en el Teatro de la Paz y se anuncian con estruendosas campañas publicitarias. Así que amigo lector no se deje engañar…en el famoso gato por libre que ofrecen muchas pseudo-compañías infantiles….el mejor teatro para niños, no es aquel que solo hace reír…sí no aquel que los divierte, los sensibiliza y sobre todo les muestra que la realidad no se basa en héroes ni villanos con súper poderes, ni  adultos metidos en una botarga.

Antonio Trejo
Dramaturgo y Periodista Independiente.